http://silpivipiapa.blogspot.com/2008/01/el-caso-de-jhon-de-los-huevos.html
EL CORTO REINADO DEL PUNK CATALÁN
Crónica de 30 años de una generación ácrata que no creyó en el futuro para vivir un presente hedonista con pulsiones de crítica social.
XAVIER THEROS
Este año se celebra el trigésimo aniversario de la aparición del punk. Y desde hace meses intelectuales de todo tipo aprovechan el acontecimiento
para discutir si este movimiento surge del dadaismo y el situacionismo (como defendía Greil Marcus en Lipstick Traces) o es un hijo menor de la
Escuela de Frankfurt. No obstante, dudo que los punks -adolescentes en su gran mayoría- supiesen quienes eran Tzara, Adorno o Huelsenbeck. Para ellos
los antecedentes eran mucho más claros: las bandas de Glam Rock de principios de los setenta, la santa Velvet Underground y formaciones norteamericanas
como los Stooges, Television o New York Dolls.Grupos de los cuales eran herederos los jovenes Ramones que en el año 1977 en su concierto en Londres
tuvieron a los futuros Sex Pistols y The Clash entre el público.
Por aquel entonces -gracias al olfato para los negocios del duo McLaren & Westwood- esa corriente marginal se convirtió, sin que nadie fuera muy
consciente, en un movimiento transversal que afectó y todavía afecta la estética , las artes y las formas de pensamiento. Nihilismo concentrado, hostilidad
hacia la sociedad bienestante y unas tremendas ganas de divertirse.
El punk llegó muy pronto a Cataluña. Probablemente porque fue el primer movimiento popular del cual se pudo gozar en libertad, después de décadas de dictadura.Era 1977 y en TVE triunfaba la serie Vacaciones en el Mar. Una noche, por la pequeña pantalla, salieron unas imágenes de dejarían chocada a toda la familia. Según el locutor del reportaje la última moda en la capital inglesa era clavarse imperdibles en la cara, bailar pogo cual epilepticos y darse trompazos.Aparentemente los jóvenes de la Gran Bretaña ,hartos de vivir en el paro, se habían vuelto locos.Ese programa de televisión sería muy visto y comentado y , en cierta manera, toda una generación de jóvenes, atraidos por la peste a azufre que desprendía, adoptó aquella mezcla de ingenuidad, sarcasmo y ganas de llamar la atención.
La efervescencia que siguió a la desaparición del franquismo había preparado el terreno. En Barcelona, en Julio de 1977, se celebraron las Jornadas Libertarias del Parc Güell, tan importantes por tantos motivos en la reciente historia catalana.
En esas jornadas- que congregaron en dos dias cerca de dos millones de personas- actuó La Banda Trapera del Río, una de las muchas formaciones de rock duro que estaban surgiendo en los cinturones industriales. Jóvenes obreros con los mismos problemas que sus homólogos ingleses, que hallaron en la música una forma de canalizar su malestar. La Trapera ofrecía un directo potente y acelerado, con letras llenas de mala leche, que causó sensación. De hecho -con permiso de Pau Riba- se les considera los autores de la primera canción de rock en catalán, titulada Ciutat Podrida. Y durante los seis años que estuvieron en activo actuaron un poco como catalizadores. Pero eso todavía no era punk.
El punk llega con un agitador cultural, Xavi Cot, que en los años 1976 y 1977 había estado en Londres. Fascinado por lo que allí vió decidió organizarse de vuelta a casa. Montó la productora Cuc Sonat y poco después se anunciaba el primer concierto punk hecho aquí, celebrado en Diciembre de 1977 en la Aliança del Poble Nou. Actuaron Peligro, Mortimer, Marxa y un joven madrileño llamado Ramoncín, reuniendo mil quinientos espectadores. Xavi explica que para "colar" el concierto tuvo que esconder hasta el último instante de que se trataba realmente. El punk daba mucho miedo a los organizadores, así que se presentó como un concierto de rock. A pesar de todo cuando se colgaron los primeros carteles la cosa quedaba clara, tanto que estuvo a punto de suspenderse. Todo el mundo tenía recientes las imágenes del maldito reportaje televisivo y nadie quería ver su local destrozado por una manada de vándalos. Pero no pasó nada. O mejor dicho, lo que pasó fue que muchos jóvenes descubrieron esa noche un nuevo mundo de posibilidades. De esta manera Cuc Sonat continuó organizando más eventos.
El segundo concierto se hizo en febrero de 1978 en el antiguo Saló Diana con Mortimer, La Banda Trapera del Río, French Dogs, Peligro y Rock&Roll Dämm. Y poco después un tercero en el Pabellón Municipal de Deportes de Girona. Pero en realidad el golpe de efecto se produjo en la verbena de San Juan, en el camping La Tortuga Ligera. Aquella noche se celebró el concierto punk más multitudinario de la historia de nuestro país. Veinticuatro grupos (entre los cuáles estaban Basura, Masturbadores Mongólicos, Kaka de Luxe o La Banda Trapera del Río) que tocaron durante doce horas ante 23.000 personas, provocando la alarma de las autoridades municipales del Baix Llobregat. Éxito que se repitió en el Canet Rock de ese mismo año, donde tocaron Masturbadores Mongólicos, la banda de Lluís Miracle (1959-2003) dibujante y autor del cartel de las Jornadas Libertarias. La prensa musical se hizo eco de todo ello. Pero unos meses más tarde estalla la Movida madrileña y el punk queda relegado. Ya en aquel momento muchos críticos se apresuran a darlo por muerto.
EL PROBLEMA DE LA AUTENTICIDAD
En 1979 muere Sid Vicious y sale el primer disco de La Orquesta Mondragón, con letras de Eduardo Haro Ibars. el punk barcelonés se concentra en bares como La Orquídea, el mítico Texas, Les Enfants Terribles, el Marsella , el Patata, las Rías, el Rivolta o el EA3. Es también el principio de la poesia punk, con nombres como Zanah, Jordi Pope, Esther Vallés (que hace letras para la Trapera) o el geronés Sebastià Roure (1946-2006), que se convierte en un habitual en conciertos de gente como UR (Último Resorte).
Sílvia UR también había estado en Londres donde había descubierto que "entrábamos gratis a los conciertos si teniamos una pinta extravagante". Así que vuelve a Barcelona, pone un anuncio para montar un grupo, y el dia 1 de Noviembre de 1979 actuan por primera vez en el manicomio de Sant Boi. "Los locos corrían arriba y abjo y acabaron tirándonos monedas". En poco tiempo se convertirán en el centro de la polémica. Por aquellos años el problema era la autenticidad. ¿Qué es ser punk? Este tema provocaba eternas discusiones entre muchas bandas, como la que enfrentó a ültimo Resorte con Frenopaticss, grupo que consideraba aburguesado publicar un disco y que hicieron su primer concierto en un solar de la Barceloneta que acabó en una sonada pelea.
Ese año también empiezan los Clinic Humanoyds (futuros Attak y Shit SA). Y un año después aparecen Decibelios (que aún eran punks), Lemo, Disturbio, y 1984. Cuando en Londres el punk se está acabando, aquí se pone de moda. Coincidiendo con la aparición de Radio Pica y su programa Punkitudes Magnéticas, todavía en activo (Lunes, de 19:45 a 20:45 h, en el 96.6 FM), Xavi Punk, su responsable, descubre el movimiento al Popular Uno y se convierte en un activo difusor. En su opinión el tema de la autenticidad sigue vigente: "a mí me gusta la gente que no cambia". Y eso que una vez bailando pogo le tocaron el hígado y se pasó unos días meando sangre. De aquellos años recuerda la simetría entre artista y público. "Ahora en cambio, si subes al escenario, viene un segurata y te echa"
De esta misma época son Error Genético, el grupo de Mireia Tejero, Paloma Loring, Gat i Marcel-lí Antunez, uno de los padres en nuestro país del teatro punk, que tuvo en la Fura dels Baus como principal exponente. También aparecen en 1981 los egarenses Código Neurótico, los barceloneses Odi Social, y el grupo más famoso del punk catalán, Los Desechables, de Vallirana.
Tere Desechable trabaja actualmente en el hospital de la Vall d'Hebron y es miembro de una ONG. Pero en aquellos años era un icono del punk. Una adolescente de tan solo catorce años con una energia erótica electrizante. Su historia es especial en muchos sentidos. Desechables se hicieron populares en un concierto en el Borne cuando salieron al escenario de improvisto para calmar una pelea, y una vez esta se calmó les desenchufaron los instrumentos. Con la ayuda de Jesús Ordovás integraron la élite de grupos que actuaban con las estrellas de la Movida. La trágica muerte de Miguel, el guitarrista, en un atraco a una joyería de Vilafranca del Penedés les convirtió en leyenda y al mismo tiempo les llevó a la desaparición. Como dice ella: "todo era muy complicado, y se hacía a base de empujones".
Y CON ELLOS LLEGÓ LA POLÍTICA
Si en Madrid tenían el Rockola en Barcelona estaba Zeleste. Hasta ese momento el punk no tenía locales propios. Distintos bares de barrio y salas del Raval habían hecho su papel. Es a partir de ahora cuando se les añaden los locales de los alrededores de Zeleste, como La Parra, el Rodri, el Descontrol y el bar de los Bolingas, el más emblemático de todos, también conocido como Los Cerdos. Un malsano establecimiento gallego situado enfrente de Santa Maria del Mar que se convirtió en punto de encuentro.
Locales que pronto serían acompañados por salas como el Café Voltaire, el Necronomicón (donde trabajaba Lupe de las Vulpess), el 666, el Increíble Pero Cierto, el Concèntric, o un lugar -en la playa de la Barceloneta y del cual nadie recuerda el nombre- donde el dueño lucía una rata de cloaca amaestrada. Sin olvidar el Fantástico, donde servían cervezas de litro que los parroquianos podían romper sobre los bancos y las mesas de hormigón mientras escuchaban a los Dead Kennedys o a los Damned.
En 1983 de tiendas había pocas. Una porteria de las Ramblas donde vendían camisetas y chapas e Informe, en la calle del Carme. Allí se podían encontrar las maquetas y las revistas fotocopiadas de diseño austero y grosero. Entre los fanzines más conocidos estaba Punk Rock, Fuera de Banda, Último Grito, Atraccions, NDF y Melodías Destruktoras (estos dos últimos de Johnny Destruye). O Drama del Horror -revista y banda al mismo tiempo- donde estaba Albert Brutus, futuro miembro de GRB. En ese año llega el hardcore, más politizado que el punk. El debate por la autenticidad pasa a ser un debate sobre compromisos, sobre todo cuando estalla el rock radical vasco."No sólo se trataba de tocar más rápido -dice Albert- sino de dejar de mirarse en el espejo". Ahora había una exigencia que iba más allá de la estética y se empezaba a hablar de anarquismo.
Albert Brutus todavía anda metido en el mundo de la música y recuerda aquellos años como una época muy emocionante. Su grupo -GRB- apareció en 1984 y se les considera la primera banda de hardcore catalán. El nombre lo sacaron de las placas del Gremio de Restauración de Barcelona, que eran visibles en muchos bares. Y como todos padecieron la llegada de la heroina que causó muchas bajas en las filas punk. "Vivíamos rápido, como auténticos suicidas, y nos excluíamos voluntariamente de una sociedad que no nos ofrecía futuro alguno".
De esta misma hornada son Acció Directa y Fuck Off. También empieza otro grupo fundamental, los Sentido Común, que tienen como cantante a Tina Gil (conocida en los noventa como cantautora). En Cornellà salen Monstruación y nacen Kangrena y Anti-Dogmatikss. No obstante lo que marca el momento es la aparición de los skins con el grupo Decibelios como abanderados. De Santa Coloma eran los Pisando Fuerte, famosos porque el cantante y el guitarra eran Pedro Pico y Pico Vena, que inspiraron los personajes de Azagra en El Jueves. El cómic ya tenía heroes punks como Makoki, aparecido en el año 1977. Pero es a partir de mediados de los 80 cuando salen los personajes más típicos, con el PGB (Partido de la Gente del Bar), o con Max y su edulcorado Peter Punk.
En aquel año 1984 un grupo de amigos se veían siempre en todos los conciertos "delante del escenario, a la derecha". Eran Xavi, de Piorreah; Quique Jovellar, de 100.000 Profilácticos; Joan, de La Conjura de los Necios; y Lucky, del bar Mensakas. Quique define aquel punk como "música acelerada, diversión, cerveza y porros, sin tener que preocuparte por nada". Y Joan enfatiza que "no era necesario ser un virtuoso para hacer música", así que todos lo probaron. Quizás el que tuvo más fortuna de todos ellos fue Xavi, cantante y único superviviente de Piorreah, el único grupo punk que nunca se ha disuelto. Sus conciertos siempre traían cola, como una actuación en Lleida donde - como en el local que les había contratado actuaba Paloma San Basilio- tocaron encima de un autobús, recorriendo la ciudad.
Los cuatro recuerdan las primeras peleas con los skins -muchos de ellos punks reconvertidos- con los cuales inicialmente compartían locales. Pero muy pronto empezaron los problemas, sobre todo tras el concierto de inauguración del Necronomicón -con Piorreah y Decibelios- que acabó a hostias. Desde entonces fueron habituales las peleas en la Plaza Real, las agresiones y los enfrentamientos, originando una legendaria hostilidad entre ambos bandos.
LA RESACA DEL PUNK
En 1985 el punk catalán estaba prácticamente muerto. Los skins destrozan un sábado por la tarde el Café Voltaire, la policía cierra el Increible Pero Cierto y el Concèntric. Y en Zeleste desembarca el rock melódico catalán, más presentable, que pronto ocupa las salas de conciertos, las emisoras de radio y sobre todo TV3, donde recibe una promoción extraordinaria. Ese año nacen las últimas bandas como Subterranean Kids. También aparecen los Electroputos y los HHH de Banyoles, uno de los mejores grupos de hardcore del momento, o los Últimos de Cuba, famosos por el concierto Nicaragua Rock en el Palau d'Esports de Barcelona. Y luego, el silencio. Una larga noche que borró de los noventa el que fue el movimiento más inquieto y transgresor a este lado de los Pirineos.
Y así llega este 2007, repleto de actos conmemorativos. Los Sex Pistols anuncian que vuelven. Por medio mundo giran bandas de imitadores como Sex Pistols Experience (que en 2006 tocaron en la Feria del Disco de Barcelona) o los Rebel Truce, que tocan el repertorio de los Clash. Abundan los artículos en la prensa (como éste) y las referencias en los noticiarios de televisión. Todavía están en activo grupos como HHH o Algo Tóxico (con Sílvia UR, autora de una web ---
http://silpivipiapa.blogspot.com --- dedicada al punk barcelonés). Siguen también Piorreah y Xavi está escribiendo unas memorias que, según dice él, heriran sensibilidades. Al revival punk que vivimos se añaden antiguas bandas que vuelven a juntarse como Subterranean Kids, L'Odi Social, Skatalà o Últimos de Cuba. Gente que ahora comparte escenario con nuevos grupos como Red Banner, Mordazas, Totälickers, Sosas Caosticas o Humman Bastard.
¿Estamos ante el retorno del punk? Pero, ¿de que punk estamos hablando? En los últimos meses parece volver la vieja murga de la autenticidad. ¿Los okupas son punks? ¿Lo son los amos de perros destartalados que piden caridad tocando la flauta, y a quienes los punks con los que he hablado no dudan en llamar crostas o garrapatas? ¿Son punks los Anonymous, que representaron a Andorra en el pasado festival de Eurovisión? Preguntas que podemos esclarecer en uno de los últimos supervivientes de aquellos años. El bar Mensakas, en la calle Blanqueria. Un viejo resistente, que ha reunido a los fieles durante una década de travesías por el desierto.
El Mensakas abrió en Octubre de 1985 como Asociación de Mensajeros de Barcelona. Lo llevaban el Konan y el Lucky, un histórico con mucha memoria, que aún recuerda los días en que no podían abrir a todo el mundo, por miedo de ser atacados por los skins. El local todavía luce viejos carteles de conciertos, con paredes sobrias, música muy alta y un futbaka, donde han jugado cada noche los parroquianos. El Lucky también está de celebración, el vigésimosegundo aniversario de su querido local, al cual -poco a poco- se van acercando las nuevas generaciones. Aunque eso, definitivamente, ya será otra historia. Quizás dentro de treinta años más alguien nos lo explicará.
EL CORTO REINADO DEL PUNK CATALÁN
Crónica de 30 años de una generación ácrata que no creyó en el futuro para vivir un presente hedonista con pulsiones de crítica social.
XAVIER THEROS
Este año se celebra el trigésimo aniversario de la aparición del punk. Y desde hace meses intelectuales de todo tipo aprovechan el acontecimiento
para discutir si este movimiento surge del dadaismo y el situacionismo (como defendía Greil Marcus en Lipstick Traces) o es un hijo menor de la
Escuela de Frankfurt. No obstante, dudo que los punks -adolescentes en su gran mayoría- supiesen quienes eran Tzara, Adorno o Huelsenbeck. Para ellos
los antecedentes eran mucho más claros: las bandas de Glam Rock de principios de los setenta, la santa Velvet Underground y formaciones norteamericanas
como los Stooges, Television o New York Dolls.Grupos de los cuales eran herederos los jovenes Ramones que en el año 1977 en su concierto en Londres
tuvieron a los futuros Sex Pistols y The Clash entre el público.
Por aquel entonces -gracias al olfato para los negocios del duo McLaren & Westwood- esa corriente marginal se convirtió, sin que nadie fuera muy
consciente, en un movimiento transversal que afectó y todavía afecta la estética , las artes y las formas de pensamiento. Nihilismo concentrado, hostilidad
hacia la sociedad bienestante y unas tremendas ganas de divertirse.
El punk llegó muy pronto a Cataluña. Probablemente porque fue el primer movimiento popular del cual se pudo gozar en libertad, después de décadas de dictadura.Era 1977 y en TVE triunfaba la serie Vacaciones en el Mar. Una noche, por la pequeña pantalla, salieron unas imágenes de dejarían chocada a toda la familia. Según el locutor del reportaje la última moda en la capital inglesa era clavarse imperdibles en la cara, bailar pogo cual epilepticos y darse trompazos.Aparentemente los jóvenes de la Gran Bretaña ,hartos de vivir en el paro, se habían vuelto locos.Ese programa de televisión sería muy visto y comentado y , en cierta manera, toda una generación de jóvenes, atraidos por la peste a azufre que desprendía, adoptó aquella mezcla de ingenuidad, sarcasmo y ganas de llamar la atención.
La efervescencia que siguió a la desaparición del franquismo había preparado el terreno. En Barcelona, en Julio de 1977, se celebraron las Jornadas Libertarias del Parc Güell, tan importantes por tantos motivos en la reciente historia catalana.
En esas jornadas- que congregaron en dos dias cerca de dos millones de personas- actuó La Banda Trapera del Río, una de las muchas formaciones de rock duro que estaban surgiendo en los cinturones industriales. Jóvenes obreros con los mismos problemas que sus homólogos ingleses, que hallaron en la música una forma de canalizar su malestar. La Trapera ofrecía un directo potente y acelerado, con letras llenas de mala leche, que causó sensación. De hecho -con permiso de Pau Riba- se les considera los autores de la primera canción de rock en catalán, titulada Ciutat Podrida. Y durante los seis años que estuvieron en activo actuaron un poco como catalizadores. Pero eso todavía no era punk.
El punk llega con un agitador cultural, Xavi Cot, que en los años 1976 y 1977 había estado en Londres. Fascinado por lo que allí vió decidió organizarse de vuelta a casa. Montó la productora Cuc Sonat y poco después se anunciaba el primer concierto punk hecho aquí, celebrado en Diciembre de 1977 en la Aliança del Poble Nou. Actuaron Peligro, Mortimer, Marxa y un joven madrileño llamado Ramoncín, reuniendo mil quinientos espectadores. Xavi explica que para "colar" el concierto tuvo que esconder hasta el último instante de que se trataba realmente. El punk daba mucho miedo a los organizadores, así que se presentó como un concierto de rock. A pesar de todo cuando se colgaron los primeros carteles la cosa quedaba clara, tanto que estuvo a punto de suspenderse. Todo el mundo tenía recientes las imágenes del maldito reportaje televisivo y nadie quería ver su local destrozado por una manada de vándalos. Pero no pasó nada. O mejor dicho, lo que pasó fue que muchos jóvenes descubrieron esa noche un nuevo mundo de posibilidades. De esta manera Cuc Sonat continuó organizando más eventos.
El segundo concierto se hizo en febrero de 1978 en el antiguo Saló Diana con Mortimer, La Banda Trapera del Río, French Dogs, Peligro y Rock&Roll Dämm. Y poco después un tercero en el Pabellón Municipal de Deportes de Girona. Pero en realidad el golpe de efecto se produjo en la verbena de San Juan, en el camping La Tortuga Ligera. Aquella noche se celebró el concierto punk más multitudinario de la historia de nuestro país. Veinticuatro grupos (entre los cuáles estaban Basura, Masturbadores Mongólicos, Kaka de Luxe o La Banda Trapera del Río) que tocaron durante doce horas ante 23.000 personas, provocando la alarma de las autoridades municipales del Baix Llobregat. Éxito que se repitió en el Canet Rock de ese mismo año, donde tocaron Masturbadores Mongólicos, la banda de Lluís Miracle (1959-2003) dibujante y autor del cartel de las Jornadas Libertarias. La prensa musical se hizo eco de todo ello. Pero unos meses más tarde estalla la Movida madrileña y el punk queda relegado. Ya en aquel momento muchos críticos se apresuran a darlo por muerto.
EL PROBLEMA DE LA AUTENTICIDAD
En 1979 muere Sid Vicious y sale el primer disco de La Orquesta Mondragón, con letras de Eduardo Haro Ibars. el punk barcelonés se concentra en bares como La Orquídea, el mítico Texas, Les Enfants Terribles, el Marsella , el Patata, las Rías, el Rivolta o el EA3. Es también el principio de la poesia punk, con nombres como Zanah, Jordi Pope, Esther Vallés (que hace letras para la Trapera) o el geronés Sebastià Roure (1946-2006), que se convierte en un habitual en conciertos de gente como UR (Último Resorte).
Sílvia UR también había estado en Londres donde había descubierto que "entrábamos gratis a los conciertos si teniamos una pinta extravagante". Así que vuelve a Barcelona, pone un anuncio para montar un grupo, y el dia 1 de Noviembre de 1979 actuan por primera vez en el manicomio de Sant Boi. "Los locos corrían arriba y abjo y acabaron tirándonos monedas". En poco tiempo se convertirán en el centro de la polémica. Por aquellos años el problema era la autenticidad. ¿Qué es ser punk? Este tema provocaba eternas discusiones entre muchas bandas, como la que enfrentó a ültimo Resorte con Frenopaticss, grupo que consideraba aburguesado publicar un disco y que hicieron su primer concierto en un solar de la Barceloneta que acabó en una sonada pelea.
Ese año también empiezan los Clinic Humanoyds (futuros Attak y Shit SA). Y un año después aparecen Decibelios (que aún eran punks), Lemo, Disturbio, y 1984. Cuando en Londres el punk se está acabando, aquí se pone de moda. Coincidiendo con la aparición de Radio Pica y su programa Punkitudes Magnéticas, todavía en activo (Lunes, de 19:45 a 20:45 h, en el 96.6 FM), Xavi Punk, su responsable, descubre el movimiento al Popular Uno y se convierte en un activo difusor. En su opinión el tema de la autenticidad sigue vigente: "a mí me gusta la gente que no cambia". Y eso que una vez bailando pogo le tocaron el hígado y se pasó unos días meando sangre. De aquellos años recuerda la simetría entre artista y público. "Ahora en cambio, si subes al escenario, viene un segurata y te echa"
De esta misma época son Error Genético, el grupo de Mireia Tejero, Paloma Loring, Gat i Marcel-lí Antunez, uno de los padres en nuestro país del teatro punk, que tuvo en la Fura dels Baus como principal exponente. También aparecen en 1981 los egarenses Código Neurótico, los barceloneses Odi Social, y el grupo más famoso del punk catalán, Los Desechables, de Vallirana.
Tere Desechable trabaja actualmente en el hospital de la Vall d'Hebron y es miembro de una ONG. Pero en aquellos años era un icono del punk. Una adolescente de tan solo catorce años con una energia erótica electrizante. Su historia es especial en muchos sentidos. Desechables se hicieron populares en un concierto en el Borne cuando salieron al escenario de improvisto para calmar una pelea, y una vez esta se calmó les desenchufaron los instrumentos. Con la ayuda de Jesús Ordovás integraron la élite de grupos que actuaban con las estrellas de la Movida. La trágica muerte de Miguel, el guitarrista, en un atraco a una joyería de Vilafranca del Penedés les convirtió en leyenda y al mismo tiempo les llevó a la desaparición. Como dice ella: "todo era muy complicado, y se hacía a base de empujones".
Y CON ELLOS LLEGÓ LA POLÍTICA
Si en Madrid tenían el Rockola en Barcelona estaba Zeleste. Hasta ese momento el punk no tenía locales propios. Distintos bares de barrio y salas del Raval habían hecho su papel. Es a partir de ahora cuando se les añaden los locales de los alrededores de Zeleste, como La Parra, el Rodri, el Descontrol y el bar de los Bolingas, el más emblemático de todos, también conocido como Los Cerdos. Un malsano establecimiento gallego situado enfrente de Santa Maria del Mar que se convirtió en punto de encuentro.
Locales que pronto serían acompañados por salas como el Café Voltaire, el Necronomicón (donde trabajaba Lupe de las Vulpess), el 666, el Increíble Pero Cierto, el Concèntric, o un lugar -en la playa de la Barceloneta y del cual nadie recuerda el nombre- donde el dueño lucía una rata de cloaca amaestrada. Sin olvidar el Fantástico, donde servían cervezas de litro que los parroquianos podían romper sobre los bancos y las mesas de hormigón mientras escuchaban a los Dead Kennedys o a los Damned.
En 1983 de tiendas había pocas. Una porteria de las Ramblas donde vendían camisetas y chapas e Informe, en la calle del Carme. Allí se podían encontrar las maquetas y las revistas fotocopiadas de diseño austero y grosero. Entre los fanzines más conocidos estaba Punk Rock, Fuera de Banda, Último Grito, Atraccions, NDF y Melodías Destruktoras (estos dos últimos de Johnny Destruye). O Drama del Horror -revista y banda al mismo tiempo- donde estaba Albert Brutus, futuro miembro de GRB. En ese año llega el hardcore, más politizado que el punk. El debate por la autenticidad pasa a ser un debate sobre compromisos, sobre todo cuando estalla el rock radical vasco."No sólo se trataba de tocar más rápido -dice Albert- sino de dejar de mirarse en el espejo". Ahora había una exigencia que iba más allá de la estética y se empezaba a hablar de anarquismo.
Albert Brutus todavía anda metido en el mundo de la música y recuerda aquellos años como una época muy emocionante. Su grupo -GRB- apareció en 1984 y se les considera la primera banda de hardcore catalán. El nombre lo sacaron de las placas del Gremio de Restauración de Barcelona, que eran visibles en muchos bares. Y como todos padecieron la llegada de la heroina que causó muchas bajas en las filas punk. "Vivíamos rápido, como auténticos suicidas, y nos excluíamos voluntariamente de una sociedad que no nos ofrecía futuro alguno".
De esta misma hornada son Acció Directa y Fuck Off. También empieza otro grupo fundamental, los Sentido Común, que tienen como cantante a Tina Gil (conocida en los noventa como cantautora). En Cornellà salen Monstruación y nacen Kangrena y Anti-Dogmatikss. No obstante lo que marca el momento es la aparición de los skins con el grupo Decibelios como abanderados. De Santa Coloma eran los Pisando Fuerte, famosos porque el cantante y el guitarra eran Pedro Pico y Pico Vena, que inspiraron los personajes de Azagra en El Jueves. El cómic ya tenía heroes punks como Makoki, aparecido en el año 1977. Pero es a partir de mediados de los 80 cuando salen los personajes más típicos, con el PGB (Partido de la Gente del Bar), o con Max y su edulcorado Peter Punk.
En aquel año 1984 un grupo de amigos se veían siempre en todos los conciertos "delante del escenario, a la derecha". Eran Xavi, de Piorreah; Quique Jovellar, de 100.000 Profilácticos; Joan, de La Conjura de los Necios; y Lucky, del bar Mensakas. Quique define aquel punk como "música acelerada, diversión, cerveza y porros, sin tener que preocuparte por nada". Y Joan enfatiza que "no era necesario ser un virtuoso para hacer música", así que todos lo probaron. Quizás el que tuvo más fortuna de todos ellos fue Xavi, cantante y único superviviente de Piorreah, el único grupo punk que nunca se ha disuelto. Sus conciertos siempre traían cola, como una actuación en Lleida donde - como en el local que les había contratado actuaba Paloma San Basilio- tocaron encima de un autobús, recorriendo la ciudad.
Los cuatro recuerdan las primeras peleas con los skins -muchos de ellos punks reconvertidos- con los cuales inicialmente compartían locales. Pero muy pronto empezaron los problemas, sobre todo tras el concierto de inauguración del Necronomicón -con Piorreah y Decibelios- que acabó a hostias. Desde entonces fueron habituales las peleas en la Plaza Real, las agresiones y los enfrentamientos, originando una legendaria hostilidad entre ambos bandos.
LA RESACA DEL PUNK
En 1985 el punk catalán estaba prácticamente muerto. Los skins destrozan un sábado por la tarde el Café Voltaire, la policía cierra el Increible Pero Cierto y el Concèntric. Y en Zeleste desembarca el rock melódico catalán, más presentable, que pronto ocupa las salas de conciertos, las emisoras de radio y sobre todo TV3, donde recibe una promoción extraordinaria. Ese año nacen las últimas bandas como Subterranean Kids. También aparecen los Electroputos y los HHH de Banyoles, uno de los mejores grupos de hardcore del momento, o los Últimos de Cuba, famosos por el concierto Nicaragua Rock en el Palau d'Esports de Barcelona. Y luego, el silencio. Una larga noche que borró de los noventa el que fue el movimiento más inquieto y transgresor a este lado de los Pirineos.
Y así llega este 2007, repleto de actos conmemorativos. Los Sex Pistols anuncian que vuelven. Por medio mundo giran bandas de imitadores como Sex Pistols Experience (que en 2006 tocaron en la Feria del Disco de Barcelona) o los Rebel Truce, que tocan el repertorio de los Clash. Abundan los artículos en la prensa (como éste) y las referencias en los noticiarios de televisión. Todavía están en activo grupos como HHH o Algo Tóxico (con Sílvia UR, autora de una web ---
http://silpivipiapa.blogspot.com --- dedicada al punk barcelonés). Siguen también Piorreah y Xavi está escribiendo unas memorias que, según dice él, heriran sensibilidades. Al revival punk que vivimos se añaden antiguas bandas que vuelven a juntarse como Subterranean Kids, L'Odi Social, Skatalà o Últimos de Cuba. Gente que ahora comparte escenario con nuevos grupos como Red Banner, Mordazas, Totälickers, Sosas Caosticas o Humman Bastard.
¿Estamos ante el retorno del punk? Pero, ¿de que punk estamos hablando? En los últimos meses parece volver la vieja murga de la autenticidad. ¿Los okupas son punks? ¿Lo son los amos de perros destartalados que piden caridad tocando la flauta, y a quienes los punks con los que he hablado no dudan en llamar crostas o garrapatas? ¿Son punks los Anonymous, que representaron a Andorra en el pasado festival de Eurovisión? Preguntas que podemos esclarecer en uno de los últimos supervivientes de aquellos años. El bar Mensakas, en la calle Blanqueria. Un viejo resistente, que ha reunido a los fieles durante una década de travesías por el desierto.
El Mensakas abrió en Octubre de 1985 como Asociación de Mensajeros de Barcelona. Lo llevaban el Konan y el Lucky, un histórico con mucha memoria, que aún recuerda los días en que no podían abrir a todo el mundo, por miedo de ser atacados por los skins. El local todavía luce viejos carteles de conciertos, con paredes sobrias, música muy alta y un futbaka, donde han jugado cada noche los parroquianos. El Lucky también está de celebración, el vigésimosegundo aniversario de su querido local, al cual -poco a poco- se van acercando las nuevas generaciones. Aunque eso, definitivamente, ya será otra historia. Quizás dentro de treinta años más alguien nos lo explicará.
soy demasiado joven para haber vivido esa epoca, pero he disfrutado leyendo tu blog… escuchando desechables. gracias
ResponderEliminarA ti, tronko ;)
ResponderEliminarExcelentes anécdotas y muy buenos recuerdos...
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